05 de octubre / 2017
Entrevista con presidente de Aguas del Altiplano
El recién asumido presidente de Aguas del Altiplano, Keisuke Sakuraba, lleva pocas semanas en su cargo, pero conoce muy bien a la compañía, ya que, en 2010, cuando Marubeni ingresó como accionista, debió participar activamente en ese proceso. Ya en ese entonces, se quedó con una grata impresión respecto del trabajo desarrollado por la compañía, en especial por lo intensivo de sus inversiones para asegurar la calidad y continuidad del suministro. Hoy, trabaja con fuerza para continuar y fortalecer esa labor.
¿Cuál es la evaluación que hacen de las últimas inversiones y el impacto que estas han tenido en el servicio?
Desde hace trece años, cuando comenzamos a atender a la región, se trazó un plan de inversiones muy intensivo y responsable, cuyo objetivo era elevar de forma considerable la calidad y continuidad del suministro. Hoy podemos decir con toda confianza que la región cuenta con la mejor agua de su historia gracias a ese trabajo. Sólo en los últimos seis años hemos invertido más de US$50 millones en este ítem, lo que ha significado la incorporación de tecnología de punta en las ocho plantas que operan en la región. Esto, sin duda, ha aportado y acompañado al crecimiento y desarrollo de las ciudades.
¿Qué otros proyectos relevantes se han llevado a cabo?
Además de la reciente inauguración de las plantas de tratamiento de El Carmelo y Santa Rosa, que permiten dar cumplimiento a la exigente nueva normativa de la autoridad, así como a satisfacer la creciente demanda de servicio, la empresa ha impulsado un cambio cultural transversal que apunta a poner al cliente en el centro del quehacer. A este proceso transformador lo hemos llamado proyecto ADN y ya ha entregado a la comunidad una serie de innovaciones y beneficios comerciales, desde mediados de 2016. De igual forma, hemos trabajado con fuerza para reducir las pérdidas de agua potable. Para ello, implementamos un sistema de gestión de redes llamado Monitor, que vigila 24/7 la presencia de fugas, lo que permite que sean rápidamente reparadas. En este mismo ámbito, somos líderes a nivel nacional en renovación de redes, solo el año pasado renovamos 15 kilómetros en Alto Hospicio. En 2017 continuamos con Iquique, donde intervendremos 15 kilómetros más. Toda esta labor ya comienza a entregar resultados. Desde 2015 a la fecha, los cortes de emergencia han disminuido en un 62%, y los clientes afectados en un 58%.
¿Cómo ve el controlador de Aguas del Altiplano, el conglomerado japonés Marubeni, los pasos de la compañía en el largo plazo?
Como hemos dicho varias veces, nos hicimos cargo de Aguas del Altiplano a fines de 2010 con el propósito de continuar desarrollando la compañía y su proyecto; aquí llegamos para quedarnos y es nuestra vocación. Creo que una de las mejores pruebas de que estamos para el largo plazo es que, en los últimos cinco años, en Aguas del Altiplano hemos invertido en torno al 85% de las utilidades que generamos, es decir, somos una compañía que vuelve a invertir lo que gana en la empresa, en nuevos desarrollos e infraestructura, en beneficio del cliente. Y ese es el camino que seguiremos en los próximos años.
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